Casa vacías, muros derruidos…restos de territorios en los que un día vivió gente.
Existen algunos pueblos en España que llevan décadas abandonados en su inmensa mayoría por la marcha del campo a la ciudad.
Pero estos municipios guardan entre sus vestigios historias de familias e incluso algún que otro misterio.
Belchite (Zaragoza)
Escenario de bombardeos durante la Guerra Civil, este pueblo aragonés quedó reducido a ruinas. En lugar de reconstruirlo, se pensó que lo adecuado era crear al lado un pueblo nuevo y así fue como surgió Belchite el Nuevo.
Las ruinas de este municipio forman parte del Patrimonio Histórico y han sido escenario de numerosas películas y documentales.
Granadilla (Cáceres)
Villa amurallada que se desalojó a mediados del siglo XX cuando se decidió construir el embalse de Gabriel y Galán. El riesgo de inundación fue el motivo por el cual los habitantes dejaron sus casas y pusieron rumbo a otros lugares.
Gracias a su perfecto estado de conservación, se están valorando proyectos de para hacerla habitable de nuevo.
Ochate (Burgos)
Conocido como el “pueblo maldito”, en este pueblo de Castilla y León, muchas personas aseguran que tienen lugar sucesos paranormales. La Torre de San Miguel y unas pocas casas son lo poco que se conserva en Ochate.
A pesar de todo lo fantasmagórico que lo rodea, es considerado lugar sagrado por las pequeñas tumbas antropomorfas de los siglos IX – X que hay esculpidas en la roca.
Aunque muchos consideran estos sucesos una invención, Ochate es considerado uno de los lugares más misteriosos de España.
Umbralejo (Guadalajara)
A día de hoy forma parte del Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados y es habitado en determinadas épocas del año, pero hace unas cuantas décadas, este paraje situado entre pinos silvestres fue deshabitado como medida preventiva para proteger la naturaleza.
Es una zona de gran atractivo para los amantes del ciclismo y el senderismo, sobre todo cuando llega el buen tiempo.
Escó (Zaragoza)
Otra de las localidades que fueron deshabitadas a causa de la construcción de un pantano, concretamente el de Yesa. Sus 250 habitantes tuvieron que abandonar estas tierras y en la actualidad solamente viven 4 pastores.
Entre sus monumentos se conservan la Iglesia de San Miguel y la Ermita de Nuestra señora de las Viñas.
San Vicente de Munilla (La Rioja)
En lo alto de una montaña se encuentra este pueblo, en su origen ganadero, que fue despoblado en los años 60. Años más tarde, en los 80, fue “okupado” y muchas de sus casas fueron rehabilitadas. Destacan la Iglesia de San Vicente y una ermita en lo alto del municipio.
Otro dato curioso es que San Vicente de Munilla está situado en el ‘Valle de los Dinosaurios’ nombre que recibe por las huellas de estos prehistóricos animales que existen en la zona.