Seguimos con nuestra ruta por Aragón, descubriendo sus sitios más espectaculares.
En esta ocasión toca desplazarse a la provincia de Zaragoza.
Pueblos con historia y mucho encanto que cualquier viajero no puede dejar de conocer.
Sos del Rey Católico:
Muy próxima a Navarra se ubica esta localidad que forma parte de las Cinco Villas de Aragón.
Lugar donde nació Fernando el Católico en 1492, es una de las poblaciones más bellas de la provincia.
El casco urbano está repleto de estrechas y empinadas calles medievales, casonas y palacios de buena piedra y portadas de todos los estilos, escudos nobiliarios, pasadizos, plazuelas, etc.
La villa conserva parte de la muralla que la rodeaba y se halla sobre un espolón de roca desde el que contemplan montes y vaguadas.
Su castillo, las Iglesias de San Martín, San Esteban y Santa María del Perdón o el Palacio de los Sada son de obligada visita.
Aguarales de Valdemiraz:
A menos de una hora de la capital se encuentra este peculiar paisaje arcilloso y de arena que ha sido modelado por el agua de lluvia durante miles de años.
Aunque los materiales son diferentes y las dimensiones también, el turista puede imaginarse haciendo una ruta por la Capadocia sin salir de España.
En los lugares cubiertos por un material más resistente protege las partes más blandas, se forman las conocidas como chimeneas de hadas. Mientras que el agua de las tormentas ha labrado canales y túneles con formas extrañas.
Un visita que te sumergirá en un mundo de paz y tranquilidad.
Tarazona:
Situada en las faldas del Moncayo y dividida por el río Quiles se encuentra esta ciudad de Aragón.
Su patrimonio cultural es el legado de la población cristiana, musulmana y judía que convivió en ella durante siglos.
La catedral de Sta María de la Huerta es una de las más conocidas de la Península mezcla de gótico primitivo, mudéjar y renacentista.
El palacio episcopal y la iglesia de la Magdalena están próximos al barrio de la judería con estrechísimas callejuelas.
Otros sitios importantes son la plaza de toros poligonal del s. XVIII , el Ayuntamiento, las iglesias de San Miguel y San Atilano o el Convento de la Concepción.
Caspe:
Considerado capital del Bajo Aragón cuenta entre sus particularidades con poseer el Embalse de Mequinenza, conocido como el Mar de Aragón y visitado por pescadores y amantes de los deportes náuticos.
Entre su patrimonio histórico cuenta con pinturas rupestres, yacimientos del neolítico, ruinas romanas y construcciones del románico y gótico.
Toda esta herencia se puede contemplar recorriendo la ciudad sin pasar por alto: Abrigo Plano del Tío Pulido, el Castillo de Bailío, la Colegiata de Sta María la Mayor, el Mousoleo de Miralpeix, la Ermita de Nuestra Sra de la Horta, Cabezo de Monteleón o la Loma de los Brunos.