En España existen cientos de pueblos que merece la pena visitar por lo bonitos que son, los monumentos que tienen o porque sus fiestas patronales son de las más conocidas.

Además muchos de ellos poseen casas, calles, playas, cuevas, castillos… elementos o formaciones que los catalogan como pueblos curiosos.

  • Castellfollit de la Roca: en la provincia de Girona se encuentra pueblecito de origen medieval que está literalmente colgado de un precipicio de roca basáltica a unos 50 metros de altura. Una colada de lava que se solidificó y poco a poco los ríos fueron erosionando hasta crear esta pared donde se asienta el Castellfollit de la Roca.
  • Ronda: este municipio de Málaga se halla sobre una meseta cortada. La parte del casco antiguo asoma a un barranco de más de 100 metros de profundidad. Es conocido también por formar parte de los llamados ‘Pueblos Blancos’ de Andalucía.
  • Cuevas del Agua: su nombre le viene dado por la cueva (Cuevona) de más de 300 metros que hay que atravesar para llegar hasta esta localidad de Asturias. Es de las pocas que se pueden transitar en coche y durante su recorrido se pueden apreciar magníficas formaciones calcáreas además de una fauna y flora bastante peculiar nacida de la oscuridad.
  • Sentenil de las Bodegas: dando la sensación de que las casas en cualquier momento van a ser aplastadas por la enorme montaña de rocas que se encuentran sobre ellas, este pueblo de Cádiz es uno de los más curiosos para visitar en Andalucía. Las aguas del río Guadalporcún fueron moldeando el monte y los habitantes no dudaron en aprovechar el tajo que se formó para edificar ahí sus casas. También forma parte de la ruta de los ‘Pueblos Blancos’.
  • Cudillero: la preciosa postal que forman las bonitas y pintorescas casas de colores que se observan desde su puerto pesquero, convierten este pueblo de Asturias en uno de los más bonitos de toda España. Las casas se construyeron rodeando la montaña y parecen estar cosidas a ella.
  • Torla: casi en la frontera con Francia y puerta de entrada al Valle de Odesa se encuentra este pueblo de Huesca rodeado por picos de más de 2.000 metros de altitud. Parece que el tiempo se quedó detenido en la Edad Media. Pasear por sus calles y visitar sus monumentos nos traslada a esa época como si de una máquina del tiempo se tratara.
  • Júzcar: hace casi 6 años este pueblo andaluz se tiñó de azul con motivo del estreno mundial de la película ‘Los Pitufos’. Todas las fachadas de las casas fueron pintadas de este color como acción publicitaria pero a sus vecinos les gustó la idea porque servía de reclamo turístico y decidieron dejarlas.

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