A lo largo de toda la geografía española, siguen existiendo pueblos que aún conservan la belleza de sus primeros días.

Pueblos medievales con gran importancia histórica y cultural que acaban convirtiéndose en el destino perfecto para practicar turismo rural.

Brañosera

Situado en la provincia de Palencia se encuentra el que probablemente sea el pueblo más antiguo de nuestro país.

Está reconocido como la primera organización de pobladores en España, estando su carta puebla fechada en el año 824.

Con tan sólo 240 habitantes y sus casas de piedra típicas de las zonas de montaña es un refugio excelente para disfrutar de la nieve y excursiones en plena naturaleza gracias a su riqueza ecológica.

Entre su patrimonio monumental destaca la Iglesia de Santa Eulalia y el Cementerio de Bañosera.

Albarracín

En alguna que otra ocasión os hemos hablado de este municipio de la provincia de Teruel.

Este bonito enclave reúne muchos de los encantos tradicionales de los pueblos medievales. Su casco histórico está rodeado por un recinto fortificado que se halla sobre una colina desde la que se pueden observar unas vistas espectaculares.

Gracias a su importancia histórica, la localidad está considerada Monumento Nacional desde 1961 y cuenta con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 1996.

Besalú

Sobre todo conocido por su puente románico del siglo XII, este pueblo gerundense fue declarado en 1966 Conjunto Histórico-Artístico Nacional debido a su gran aporte arquitectónico.

Besalú cuenta con un perfecto conjunto arquitectónico medieval con sus iglesias, monasterios, plazas y empinadas callejuelas.

Además de ser uno de los pueblos más antiguos de España, Besalú cuenta con la única mikvé medieval en su judería, un espacio en el que se realizaban los baños de purificación prescritos en el judaísmo.

Entre sus joyas mencionar el antiguo molino harinero de 1755, Hospital de Sant Juliá, la Pujada de Santa María, Iglesia de Sant Martí o la zona arqueológica de la Devesa donde se encontraron restos de la época romana y medieval que reflejan la ocupación del municipio durante los siglos VI-VII a.C.

Combarro

Este pueblo situado en Pontevedra es de lo más pintoresco que se puede visitar en la comarca gallega.

Con más de 60 hórreos y unos cuantos cruceiros su pequeño centro histórico tiene un encanto especial, siendo uno de los mejores ejemplos de la arquitectura rural de Galicia.

Sus típicas casas de piedras con soportales conocidas como casas mariñeiras reflejan su tradición pesquera.

Allariz

Seguimos en tierras gallegas y nos acercamos hasta Allariz, esta vez en la provincia de Ourense. Un lugar congelado en el tiempo con un conjunto histórico de gran valor artístico.

Rodeado de castaños posee significativas construcciones medievales, iglesias y conventos, murallas, cruceiros y puentes.

Espacios verdes como el Paseo de la Alameda, el Arnado o la Acearrica son otros de sus atractivos.

Hervás

Esta localidad cacereña ubicada en el Valle de Ambróz guarda entre sus tesoros una iglesia renacentista, un palacio de estilo barroco o sus casas con tejados de madera y balcones volados.

Las estrechas e irregulares callejuelas de su judería adornadas con plantas y flores de lo más llamativas tienen un encanto especial.

¿Te animas a visitar los pueblos más antiguos de España?