¿Qué Visitar en Tarancón, Cuenca?

Tarancón es un destino no muy conocido pero que por su ubicación ofrece una accesibilidad óptima tanto si viajas desde el centro como sur de la Península

Es un destino que te permite disfrutar de diferentes tipos de ocio y en el que una escapada de fin de semana puede hacerte recargar las pilas.

La ciudad de Tarancón está a medio camino entre Cuenca y Madrid a una distancia de unos 80 Kms de cada una de ellas.

El principal atractivo artístico de Tarancón es la Iglesia de la Asunción, que data del siglo XVI y cuyo retablo fue realizado por Pedro de Villadiego y que se encuentra en el barrio medieval del Castillejo.

Destacamos en esa zona un tramo de la muralla que se encuentra en buen estado de conservación, y que está culminado por la torre y el Arco de la Malena, que es la puerta de acceso al entorno histórico de la Iglesia y el barrio medieval de Tarancón y punto de contacto del barrio del Castillejo con el resto del Casco Antiguo (La Plaza de la Constitución y el Ayuntamiento, la calle Zapatería…). El Arco es el emblema del municipio, y es el elemento constructivo más antiguo que se conserva en la ciudad.
También puedes visitar la iglesia que fue convento de los Capuchinos y la fuente del Caño.

La Casa Parada, un edificio barroco cuya pata cuadrada se articula en torno a un patio, y que posee una placa conmemorativa de la visita de Carlos V es otra de las visitas que o te debes perder.
El Palacio de los Duques de Riásares, que es sede del ayuntamiento actualmente, data de 1845.
Una de las citas más importantes de Tarancón es la Semana Santa, en la que celebran una representación de la Pasión Viviente.
Se realiza desde el año 1991 y ha sido declarada de interés turístico Regional. Representa y dramatiza la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Y se lleva a cabo en escenarios naturales de la ciudad como el “Paraje del Caño”.

También puedes disfrutar de la gastronomía de la zona, degustando sus carnes asadas, y descubrir algunas bodegas cercanas.
En Tarancón se celebra además tras los Carnavales una tradicional fiesta que han bautizado como “fiesta yeyé” y en la que los vecinos se disfrazan y atavían con trajes de los años 60, y desfilan en pasacalles. Durante la noche los bares de la localidad ponen música de esta época y la localidad bate récord de visitantes.