Diversos estudios afirman que viajar reaviva la mente y nos hace extremadamente felices y nosotros creemos que están en lo cierto.

Los viajes ya sean solos, en pareja o en grupo nos hacen aprender sobre otras culturas, descubrir paisajes alucinantes y conocer un poco mejor el mundo que nos rodea, además de correr aventuras y desventuras que se convertirán en un maravilloso recuerdo que contar con el paso del tiempo.

¿Por qué nos gusta viajar? Hoy vamos a contarte algunos de los motivos para ser feliz viajando.

Corta con la rutina 

Levantarte, ir a trabajar, ir al gimnasio, volver a casa, cenar, dormir y vuelta a empezar. ¿Cuántas veces te has sentido como un robot haciendo lo mismo día tras día?

No hay nada mejor para romper con la monotonía que un viaje. Busca un destino, decide cuanto tiempo quieres estar, elige los lugares que visitar… ¡empápate de cosas nuevas, conoce mundo y vive la vida!

¡La emoción empieza antes!

No sólo en viaje en si nos provoca felicidad. La emoción empieza con la organización: elegir fechas, decidir si vas solo/a o con alguien, los posibles destinos… En ese momento empezamos a sentir un agradable nerviosismo que ya de por si es beneficioso para el organismo por la satisfacción que nos produce.

Conoce gente y haz amigos

Siempre dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro, pues ¡viajando podrás hacer cientos de ellos! En la tienda de la esquina, desayunando en el hotel, en la visita a un museo o incluso en la calle paseando…Nunca se sabe dónde puedes conocer a tu futuro mejor amigo/a.

Aumenta tu autoestima

Al viajar te enfrentas a un montón de nuevas experiencias que te harán resolver situaciones inesperadas, tomar decisiones y buscar soluciones de manera rápida, en definitiva, momentos que necesitan que des lo mejor de ti. Esto te hará sentir más poderoso/a y aumentará la confianza en ti mismo/a, haciendo así que tu autoestima crezca considerablemente.

Adiós al sedentarismo

El sedentarismo afecta a la salud mental y emocional.

La naturaleza del ser humano es caminar, moverse, viajar… buscar experiencias que nos hagan felices. Así que si no lo hacemos nuestras emociones se verán afectadas provocándonos entre otras cosas estrés, apatía, soledad y frustración.

Cuando viajas reactivas cada músculo de tu cuerpo aumentando la serotonina, también conocida como la hormona de la felicidad.

Así que aprovecha en tu próxima escapada para montar en bici, nadar en playas de agua cristalina, hacer una ruta de trekking de alta montaña o recorrer todos los rincones del casco antiguo de la ciudad.

Cambia tus prioridades

¿Cuántas veces te habrás visto discutiendo con alguien por cosas absurdas o has hecho una montaña de un grano de arena? Seguro que más de cien. Viajar te ayuda a relativizar, mirar las cosas con otra perspectiva y darles el valor justo, algo que a la larga te reconfortará y hará más feliz.

Serás una gran caja de recuerdos

Todo lo que experimentes y vivas en tus viajes se te quedará grabado a fuego en la memoria. Puede que con los años olvides como se llamaba ese restaurante donde te pusiste las botas por 10€ o el nombre de ese edificio del siglo XV en el que te hubiese encantado vivir, pero las sensaciones y emociones que has vivido, te aseguramos que no las olvidarás jamás.

Está demostrado científicamente que los recuerdos son la verdadera clave para encontrar la felicidad. Los investigadores dicen que las personas somos la suma total de nuestras experiencias y que la mejor inversión que podemos hacer en nuestra vida es la de crear recuerdos para toda la vida en base a experiencias y vivencias personales.

Divertirte, aprender idiomas… Podríamos darte mil motivos para ser feliz viajando, pero ha llegado el momento de que lo compruebes por ti mismo. No esperes más, haz tu maleta, elige un destino y ¡busca tu felicidad!