Escoger la mejor fecha para la celebración de cualquier evento es uno de los factores más decisivos a la hora de determinar su éxito o su fracaso.
Como esta elección es tan importante, debes contemplar sobre todo el tipo de evento, en qué estación del año te gustaría que fuera, las horas que aproximadamente tienes previsto que dure y el contexto cultural en el que te vas a mover.
Para darle forma a tu calendario de posibles fechas, empieza a descartar los días que NUNCA deberías escoger.
Aunque seguro que lo sabes de sobra, nunca está mal recordar que las épocas de vacaciones, los festivos o los puentes junto con días señalados de grandes acontecimientos sociales o culturales quedan totalmente prohibidos.
Para eventos de tipo laboral los días más propicios son miércoles, jueves o viernes ya que no rompen con la rutina del trabajo y la gente está más relajada de cara al fin de semana.
Haz un rastreo y entérate si existe cualquier otro evento del mismo tipo para las fechas que estás barajando y muévelo de día o incluso de mes.
Si por el contrario es un evento más orientado al entretenimiento como una boda, comunión o un bautizo, marca en tu calendario los sábados y domingos.
Si uno de los requisitos es que sea al aire libre debes barajar los meses entre mayo y septiembre. Los días son más largos y las lluvias y el frío prácticamente inexistentes, pero tienen el contrapunto de que son épocas más solicitadas.
Si no tienes ninguna preferencia, Octubre suele ser mes muy bueno.
¿Ya tienes varias opciones? Pues ahora toca afinar y dar otro paso más para dar con la fecha adecuada.
Elegir entre día o noche depende mucho de dos cosas, uno la época y dos el tipo de evento. No es lo mismo celebrar una boda en pleno mes de agosto a las 12.00 de la mañana que a las 19.00 de la tarde.
Los eventos nocturnos requieren una etiqueta diferente y suelen tener una duración menor que los diurnos que se pueden alargar hasta la noche.
Una vez hayas hecho los deberes siguiendo estos pequeños consejos y tengas la fecha definitiva, te toca lo más importante: darla a conocer a los invitados. Es bueno hacerlo con la suficiente antelación para que nos confirmen su asistencia lo antes posible.
Como ves existen multitud de factores que determinan la fecha perfecta para organizar un evento, así que recuerda que debes planificar con tiempo para evitar el mayor número de imprevistos y que todo salga a la perfección.
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