El 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la eficiencia Energética con el fin de reflexionar y concienciar a la población sobre el uso racional de las fuentes de energía, evitando el despilfarro.
El origen del Día Mundial de la eficiencia Energética tiene lugar en una Conferencia Internacional que se celebró en Australia en 1998.
Se acordó crear un día para que las personas recordasen la importancia que tiene hacer un uso responsable de la energía, la diversificación hacia otras fuentes de energía renovables y la reducción de los combustibles fósiles, cuyo uso representa un gran problema de sostenibilidad y el medio ambiente.
¿En qué consiste la eficiencia energética?
El concepto de eficiencia energética no es más que saber mejorar nuestra calidad de vida sin perjudicar los recursos y la energía que es tan necesaria para nuestro día a día.
El objetivo no es más que optimizar en la medida de lo posible la energía con otras fuentes más sostenibles como la solar o la eólica, realizando prácticas de reciclaje, etc.
¿Alguna vez te has parado a pensar en toda la energía que el ser humano malgasta a nivel individual? Te contamos algunos de los errores más comunes en los que malgastamos energía diariamente:
- Dormir con el móvil encendido.
- Dejar las luces de las estancias encendidas aunque no estemos en ellas.
- Ventilar las habitaciones con la calefacción puesta.
- Dejar que se caduquen alimentos y tirarlos a la basura sin que se hayan consumido.
- Dejar el frigorífico abierto mientras elijo que quiero coger.
- Ir a todos sitios en coche.
- Poner lavadoras casi vacías o con un lavado largo cuando no están casi sucias.
- Apagar la vitrocerámica o el horno cuando la comida ya está cocinada. Lo conveniente es hacerlos mínimo 5 minutos antes para que se termine de cocinar con el calor residual.
¿Qué podemos hacer para contribuir a esta mejora?
Una buena manera de celebrarlo es sin duda tomar conciencia de que la Tierra es nuestro verdadero hogar y que entre todos deben realizar las acciones que estén en nuestra mano para cuidarlo.
Si tienes la oportunidad, infórmate y pon en práctica pequeñas trasformaciones que puedas ir haciendo en tu casa para reducir el consumo energético y hacer tu casa más sostenible.
Entre otras cosas puedes: instalar un termostato para controlar el consumo de calefacción, en verano optar por usar ventiladores en lugar de A/C, apagar los aparatos electrónicos cuando no los estés utilizando o usar bombillas de bajo consumo.
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