La historia de Madrid sería imposible concebirla sin sus fiestas populares que sirven como recuerdo y homenaje.
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Siempre se ha dicho que “Madrid en agosto está vacío” algo que no es totalmente cierto gracias a las fiestas de San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma.
Durante dos semanas los barrios de La Latina y Lavapiés son un hervidero de gente celebrando con orgullo ser o vivir en Madrid.
Desde la Plaza de la Paja hasta Las Vistilla, las calles más castizas de la capital se llenan de tradición. Chotis, limonadas, mantones de manila, chulapos… todo forma parte de las fiestas populares madrileñas que tanto gustan a grandes como a pequeños.
Son, sin duda alguna, las fiestas de la Virgen de la Paloma las que más visitantes atraen.
Los festejos de la Paloma comienzan con el pregón en la Plaza de Cascorro. Cientos de actividades tanto para adultos como pequeños llenan la programación en honor a la “patrona popular de los madrileños”.
Las corralas de la calle de La Paloma se decoran con guirnaldas y farolillos y en ellas se celebran concursos de mantones de Manila, decoración de balcones y chotis entre otros.
La Plaza de la Paja, de la Cebada, Puerta de los Moros y Las Vistillas son el centro neurálgico de las verbenas con conciertos de grupos y actuaciones de orquestas todos los días.
La gastronomía castiza tampoco podía quedarse a un lado con las degustaciones de productos típicos.
En alguna de las muchas barras que se instalan en plena calle nos podemos sentar a tomarnos una tapita y saborear platos tan genuinos como los entresijos, gallinejas, callos a la madrileña, limonada, bocadillos de calamares, churros y barquillos.
Otro de los atractivos con los que cuenta La Paloma es ver el desfile diario de chulapos y chulapas luciendo sus mejores galas y marcándose un chotis.
Los hombres suelen vestir pantalón gris de raya, chaleco a cuadros, camisa y pañuelo blanco, gorra y zapatos de charol.
Las mujeres acompañan sus vestidos largos ceñidos con espectaculares mantones de Manila, pañuelo blanco a la cabeza y un clavel prendido de este.
El 15 de agosto es el día que culminan los festejos. Por la mañana se realiza a la ofrenda de flores.
Después de celebrarse una misa, el Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid procede a la bajada del cuadro de la Virgen de la Paloma que colocarán en una carroza llena de claveles. Al caer la tarde saldrá en procesión por las calles de La Latina.
Esta procesión tiene algo de particular, y es que los chulap@s sacan todo su desparpajo lanzando piropos de lo más divertidos a la imagen de la virgen.
¡Todo un espectáculo que non te puedes perder!
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