Ávila, en pleno centro de la Península Ibérica ofrece a todo el que quiera visitar su provincia infinidad de posibilidades tanto culturales como naturales.
Pueblos con gran patrimonio histórico rodeados por paisajes inigualables como la Sierra de Gredos o la Reserva Natural del Valle de Iruelas.
Hacer turismo rural en Ávila en primavera es una buena opción para descubrir lo más típico de la región dejando atrás el frío invierno y disfrutando sus campos repletos de llamativas flores y sus árboles en plena floración.
Candeleda
Al sur de la Sierra de Gredos se encuentra este pueblo, uno de los más bonitos de la provincia.
Rodeado de ríos y bosques cuenta con unas vistas privilegiadas a la montaña y con un patrimonio arquitectónico en el que destacan obras como el Castro del Raso, la Ermita de San Blas, su Ayuntamiento o la Casa de la Judería.
En pleno centro del pueblo, también podemos encontrar su museo de juguetes de hojalata la “Casa de las flores” nombre que recibe por el número de flores y macetas que adornan los ocho balcones de su fachada. Cuenta con una colección de más de 2000 juguetes algunos de ellos con más de 100 años de antigüedad.
Arévalo
Esta vez nos desplazamos al norte de Ávila hasta la localidad de Arévalo conocida porque en ella residió Isabel La Católica durante una etapa de su infancia.
Declarado Patrimonio Histórico-Artístico, tiene un patrimonio arquitectónico muy extenso y cuenta con importantes obras como el Castillo de los Zúñiga, la Iglesia de Santo Domingo de Silos o la Ermita de la Lugareja.
Sus legado mudéjar es el más importante de toda Castilla y sus plazas, especialmente la de la Villa y del Arrabal te sorprenderán.
Las Navas del Marqués
Este municipio de la Sierra de Alberche está rodeado de un entorno natural bastante atractivo para hacer senderismo. La Ruta de los Búnkeres o la de las Sepulturas Medievales son las más importantes.
Entre sus imprescindibles se encuentran el convento de Santo Domingo y San Pablo, la ermita del Santísimo Cristo de Gracia y por supuesto el Palacio – Castillo de Magalia, una fortaleza defensiva de mediados del siglo XVI que se remite a Pedro Dávila y Zúñiga, el primer Marqués de Las Navas.
Piedrahíta
Esta villa fundada en el siglo XIII probablemente sea una de las localidades más bonitas de Ávila.
Declarada Bien de Interés Cultural su pasado está ligado a la Casa de Alba, del que a día de hoy se conserva su palacio.
Las ruinas del Convento de Santo Domingo, la Iglesia de la Asunción o la Casa de José María Gabriel y Galán son otros de los monumentos de visita obligada.
Guisando
Sin duda alguna son sus famosos toros los que atraen a los turistas hasta este pueblo. El conjunto escultórico que data de entre los siglos II y I a.C está formado por cuatro figuras de granito que representan a estos animales.
Su paraje del Nogal de Barraco situado junto a la Garganta de los Galayos forma parte de su bello patrimonio natural.
Arenas de San Pedro, Barco de Ávila o Bonilla de la Sierra son otras de las localidades que puedes visitar en tu viaje por Ávila.