Si esta Semana Santa estás pensando pasarla en Zamora te contamos algunos detalles importantes que debes saber para disfrutarla al 100%.
De carácter austero y elegante, la Semana Santa zamorana es muy diferente a las del sur de España. Declarada de Interés Turístico Internacional, sus orígenes se remontan al año 1273 y destaca por ser una de las más antiguas.
Gran parte de su importancia se encuentra en el valor artístico y patrimonial de la imaginería que desfila por el casco antiguo de la ciudad, algo que otorga a las procesiones mucha mas sobriedad.
Todo aquel que la visita por primera vez queda asombrado por el contraste de su celebración. La ciudad entera la vive de manera muy especial, respirándose durante esos días un ambiente muy familiar.
Si no habéis estado nunca antes en Zamora tenéis que saber que de todas sus procesiones, hay cinco que se vienen celebrando desde el siglo XVII y que tienes que ver obligatoriamente: La Vera Cruz, la Congregación, el Santo Entierro, Nuestra Madre de las Angustias y la Sagrada Resurrección.
Son dos los nombres con los que te tendrás que quedar por si alguien te quiere poner a prueba estos días y saber si lo has aprendido todo: El Merlu y El Barandales.
El Merlu hace referencia a las seis parejas de cofrades de la Hermandad del Nazarenos que, la noche del Viernes Santo, recorren las calles de Zamora despertando y congregando mediante toques de corneta y tambor a los 5.00 miembros de la cofradía para dar comienzo al desfile procesional.
El Barandales es la persona encargada de anunciar el comienzo de las procesiones. Va vestido con ropas amplias y lleva dos grandes cencerros que va agitando a su paso. Esta figura se remonta a la Edad Media y durante más de 20 años un único hombre fue el encargado de darle vida.
No te puedes perder…
** Procesión de la Buena Muerte: Se celebra el lunes santo por la noche. Sale a las 00.00 y te aconsejamos ir a verla a la Plaza de Santa Lucía donde el coro de la cofradía cantará el Jerusalem.
** El Miserere: En la procesión de ‘El Yacente’ un coro de cantos gregorianos rompe el silencio de la noche entonando su famoso Miserere. ¡Se te pondrán los pelos de punta!
** Las Capas Pardas: Uno de los momentos más sobrecogedores e intimistas de la Semana Santa zamorana.
Bajo el silencio de la noche, las capas pardas desfilan por las oscuras calles del casco antiguo escoltando al Santísimo Cristo del Amparo y alumbrando su camino con tan solo unos pocos faroles.
Este curioso nombre surge de la indumentaria que visten los cofrades. Una capa que los pastores de algunas comarcas de la provincia de Zamora vestían en los días especiales.
** El Cinco de Copas: Esta procesión sale a las 5 de la mañana de la Iglesia de San Juan en la Plaza Mayor con el famoso baile del “Cinco de Copas” recorriendo las calles de la ciudad hasta las 12.00 del mediodía.
Es tradición que se haga un descanso a las 8.00 de la mañana para que los nazarenos y media Zamora (los que han trasnochado y los que han madrugado) repongan fuerzas con las famosas sopas de ajo. Después continúan el recorrido y a las 12.00 del mediodía llegarán a su destino.
** Juramento del Silencio: al atardecer del Miércoles Santo, en la Plaza de la Catedral, los 2.500 hermanos de la Cofradía del Santísimo Cristo de las Injurias, ataviados con sus capuchas rojas se arrodillan frente a la talla situada junto a la puerta de la Catedral para hacer su juramento de silencio y comenzar seguidamente la procesión.
Y a la hora de comer…
*** Dos y pingada: Si el Domingo de Resurrección andas por allí tendrás que comer el dos y pingada que consiste en dos huevos fritos acompañados de magro (jamón semicurado hecho a la plancha). Un plato muy sencillo pero que sabe delicioso!!!!
*** Bacalao a la tranca: otro de sus platos típicos en estas fechas que lleva bacalao como ingrediente principal. Suele comerse en Viernes Santo y está buenísimo.
*** Dulces: añade a tu lista las aceitadas, los rebojos o las almendras garrapiñadas.
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