¿Empiezas a pensar en tus vacaciones y no sabes si viajar solo/a o acompañado/a?
Aunque la experiencia de hacer un viaje en solitario te llama muchísimo la atención, la decisión de hacerlo o no dependerá finalmente de varios factores como pueden ser tu presupuesto, la disponibilidad de fechas o las motivaciones y expectativas que tienes puestas en el destino al que quieres ir.
Para aclarar un poco tus dudas, te contamos las ventajas y desventajas de cada uno, sobre todo si se trata de viajes al extranjero.
Ventajas y desventajas de viajar sólo
Empezamos por mencionar que viajar sol@ una experiencia fascinante, apta para aquellas personas con espíritu más aventurero que están dispuestas a salir de su círculo de confort.
Gozarás de independencia absoluta para planificar según tus gustos haciendo todo aquello que te apetezca sin tener que adaptarte a otras personas. Tendrás pleno control de dónde y cuánto tiempo quieres estar.
Si ya puede resultar agotador movilizar a una o dos personas, ¡imagínate a un grupo grande! Aprovecharás muchísimo más el tiempo y podrás visitar muchas más cosas de las que tenías planificadas.
En caso de cometer algún error y que las cosas no salgan como se esperaba, no tendrás la presión de haber fastidiado los planes a nadie ni rendir cuentas por ello.
Además, viajar sólo/a te ayudará a ser más receptivo con el entorno y abrirte mucho más a su cultura y costumbres. Déjate guiar por tu instinto de supervivencia, mézclate con la gente local y comparte experiencias con otros viajeros que vayan en solitario como tú.
Probablemente la parte más positiva es que aumentará de manera considerable tu confianza y autoestima. Al final del viaje sabrás si eres capaz de enfrentarte a los contratiempos por tu propia cuenta.
Pero no todo va a ser un camino de rosas ¿verdad?
Uno de los aspectos más negativos de viajar sólo es el tema económico. Lo mires por donde lo mires las vacaciones te saldrán mucho más caras. Restaurantes, transporte, hoteles, comida…. Normalmente los descuentos y ofertas que puedas encontrar están destinadas a grupos.
Si eres una persona que tiende a aburrirse con facilidad, este tipo de experiencia no es para ti. Al principio puede que lo lleves bien, pero al no tener compañía, si es una viaje largo se te acabará haciendo pesado ya que tendrás muchos momentos de soledad.
Por último ve siempre con precaución y evita cualquier situación que consideres peligrosa. Ante cualquier peligro no tendrás a nadie de confianza que te ayude o eche una mano.
Ventajas y desventajas de viajar acompañado
En pareja, con amigos, con la familia… viajar acompañado puede resultar una experiencia súper gratificante y divertida, siempre y cuando elijas muy bien a las personas con las que hacerlo.
Lo que en el punto anterior eran desventajas, aquí se convierten en ventajas.
Por un lado está el tema económico. Viajando con más gente dispondrás de un mayor presupuesto para hacer actividades o excursiones porque ahorrarás tanto en alojamiento, como en comida y transporte.
Si estáis en el extranjero y no os defendéis del todo con el idioma, seguro que entre unos y otros os haréis entender. Dispondrás de las habilidades de tus compañeros en beneficio mutuo.
Tener a alguien a tu lado te hará sentir más seguro y reducirá tu nivel de estrés. No tendrás que estar todo el tiempo en estado de alerta ante posibles peligros.
Aunque en algunos momentos necesites tu propio espacio, un compañero de viaje siempre está genial para compartir las anécdotas, impresiones y aventuras que se den durante el mismo. Estrecharéis lazos y os conoceréis mejor.
Pondrás a prueba tu capacidad de convivencia. Además de que crecerá vuestra complicidad, os ayudará a saber compartir, a tener paciencia, dejar atrás los individualismos y conocer más los gustos del resto. Vuestra relación afectiva volverá fortalecida.
Entre las desventajas cabe mencionar que organizar un viaje para varios no es tarea fácil. Siempre surgirán conflictos a la hora de tomar cualquier decisión con opiniones para todos los gustos.
Si eres de los que piensa que “el tiempo es oro”, olvídate de ello. Perderás un tiempo precioso en movilizar a la gente sobre todo a primera hora de la mañana con las duchas y los desayunos. Si además les cuesta madrugar, activa tu “Modo Zen” y que no cunda el pánico.
¿Qué conclusiones sacas? Elige tu destino ideal y valora la opción que más se ajuste a tu personalidad.