La tradición repostera en Cáceres se caracteriza por elaboraciones sencillas provenientes en muchas ocasiones de los conventos.

Influencias árabes, judías y de la vecina Portugal han dado origen a postres en los que se usan materias primas de la zona de una calidad extraordinaria.

Entre tantos y tantos donde elegir, hemos seleccionado los que más representan a Cáceres y su provincia para que los añadas a tu lista de ‘cosas que probar’ en tu próxima visita.

  • Bombones de higos

Extremadura es la región que más higos produce de toda España, de ahí que hayan decidido usarlos para elaborar uno de los dulces estrella de la provincia, los bombones de Almoharín.

De entre las miles de toneladas de este fruto que se cultivan se eligen los mejores en calidad y tamaño, se secan y se rellenan de una exquisita trufa. El aspecto de bombón se lo da una finísima y crujiente cobertura de chocolate.

Pueden estar rellenos también de otros tipos de praliné, crema de avellana o licor. Un dulce con un sabor verdaderamente inconfundible.

  • Rosquillas de Alfajores

Estas roscas son típicas de Casar de Cáceres. Están elaboradas con agua, sal, pan rallado, limón almendras y harina.

Lo característico de estas rosquillas es el contraste entre la masa salada y el sabor dulce pero nada empalagoso que aporta el relleno de miel.  Un dato muy importante es que se cuecen en horno de leña.

Es un postre de raíces árabes que utiliza ingredientes típicos de la dieta mediterránea.

  • Floretas

Uno de los dulces más ricos de la Comarca de la Vera que se elabora para agasajar a los invitados los días antes de una boda, bautizo o comunión.

Esta tradición en la que los familiares y vecinos se juntan días antes de dicha celebración para elaborar gran cantidad de dulces caseros se sigue manteniendo a día de hoy.

Estas floretas extremeñas se caracterizan por tener una textura muy blanda y jugosa. Para decorarlas se les espolvorea azúcar, canela o un chorrito de miel.

  • Bollas de chicharrones

Este bollo de sencilla elaboración suele hacerse en invierno en época de matanza para aprovechar la manteca de cerdo y los chicharrones que se usan en su elaboración.

Es un dulce pensado para que dure bastante tiempo, suelen aguantar perfectos casi un mes.

En sus orígenes eran los pastores y la gente del campo los que los consumían debido a su aporte energético. Es rico en hidratos de carbono, azúcares y grasas.

  • Sapillos

Son una especie de buñuelos de pan aromatizado con canela. Es típico comerlos en Semana Santa, pero en verano con leche fría también está para morirse!! Se podría considerar la versión dulce de unas sopas de pan.

Aunque en Navalmoral dela Mata todo el mundo conoce a este postre como sapillos, otras localidades cacereñas se les llama repápalos o huevillos.

  • Mormentera

En Alcántara, la mormentera es el dulce más conocido dentro de su gastronomía. Se elabora de manera artesanal y también se suele comer en Semana Santa.

De origen árabe, tiene el aspecto de una rosquilla frita pero con el interior relleno de una pasta hecha con miel, almendras, canela y un poco de anís.

Desde hace varios años se celebra el “Día de la Mormentera” en Alcántara para promocionar este dulce tan delicioso.

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