Cuenca, es una provincia que ofrece unos paisajes lleno de contrastes.
Desde la llanura manchega hasta las majestuosas serranías, entre sus rincones más cautivadores se encuentran pueblos con mucha historia y tradición, que invitan a perderse entre sus encantos.
Priego:
Es uno de los municipios más bonitos y con más abolengo de Cuenca. Se fundó en la Edad Media y cuenta con un rico patrimonio monumental.
Además de destacar el palacio renacentista del XVI que alberga el Ayuntamiento, son de gran interés cultural el castillo, la fuente, el puente romano y el Torreón del Despeñaperros, única fortaleza árabe que queda.
Situado en el cruce entre las altiplanicies de la Alcarria y la Serranía de Cuenca, Priego ofrece un escenario ideal para el turismo activo, invitando a explorar sus senderos y paisajes pintorescos.
Belmonte:
Conocido por ser la cuna del poeta Fray Luis de León es uno de los pueblos que forman la Ruta del Quijote.
Su casco antiguo lleno de edificios señoriales está declarado Bien de Interés Cultural.
Cuenta también con uno de los castillos más bellos de toda España que ha sido escenario de varias películas.
Otro de los monumentos más importantes que visitar en Belmonte es la Colegiata de San Bartolomé de estilo gótico y en cuya construcción participaron algunos de los mejores artesanos de la época.
Mota del Cuervo:
Justo en el corazón de La Mancha, encontramos este pueblo que conserva un interesante núcleo de casas señoriales.
Esta localidad es la muestra más pura de los pueblos manchegos. Visitarla es como hacer un viaje por los escenarios de El Quijote.
Mota del Cuervo es conocida como el Balcón de La Mancha por la maravillosa estampa de esas tierras que muestra a todos sus visitantes. Lo que más llama la atención de su entorno es el grupo de molinos de viento situado sobre la cumbre del cerro.
El barrio de las cantarerías refleja la actividad y la tradición alfarera de la zona, que es también uno de sus mayores atractivos.
Alarcón:
Rodeado por el río Júcar y levantado sobre un imponente peñasco, esta localidad medieval fue declarada Conjunto Histórico-Artístico y es Bien de Interés Cultural desde 1992.
La villa de Alarcón, se encuentra rodeada por tres filas de murallas, cada una con su correspondiente puerta y torreones. Hoy en día es uno de los recintos fortificados mejor conservados de España.
En sus calles empedradas, el arte español cobra vida en cada rincón. Desde la venerable iglesia de Santo Domingo de Silos hasta la majestuosa Iglesia de Santa María, la historia y la devoción se entrelazan en un abrazo eterno. No te pierdas las fascinantes Pinturas Murales de Jesús Mateo en la Iglesia de San Juan Bautista, que narran historias que resisten al paso del tiempo.
En este pequeño pueblo de no más de doscientos habitantes, no parecen existir estaciones ni edades del hombre; sin embargo, es probablemente uno de los pueblos con más encanto de la provincia conquense.
Enguídanos:
A orillas del río Cabriel, enclavado en la hermosa Serranía de Cuenca, se encuentra Enguídanos, un paraíso para los amantes de la naturaleza y la aventura.
Sus paisajes de ensueño son el escenario perfecto para practicar actividades al aire libre como el rafting, el senderismo o el barranquismo. En verano, los embalses y pantanos se convierten en unas estupendas piscinas naturales, ideales para disfrutar de un baño en plena naturaleza.
Pasear por sus pintorescas calles es descubrir la historia grabada en cada fachada, con detalles arquitectónicos que hablan del esplendor pasado de este encantador pueblo serrano.