Benicarló es uno de los destinos vacacionales más visitados en época estival por sus tranquilas playas y su buen clima.

Conocida por sus famosas alcachofas y con arraigadas raíces marineras gracias a su puerto pesquero, Benicarló es mucho más que sol y playa.

Importante centro turístico de la Costa del Azahar, la localidad posee un casco histórico con grandes muestras de la arquitectura medieval.

Entre sus lugares de interés histórico y cultural destaca:

MUCBE (Museo de la Ciudad de Benicarló)

Situado en un antiguo convento franciscano que data de 1578, este Museo Arqueológico es el actual centro cultural de la ciudad en el que se organizan charlas, conciertos, exposiciones, etc.

Cuenta con una exposición permanente formada por los restos arqueológicos del Poblado Ibérico Puig de la Nau, así como otras exposiciones temporales distribuidas en sus tres plantas.

Paseando por su interior se pueden apreciar algunos detalles de lo que fuera la antigua cárcel que también estuvo ubicada en el convento.

Iglesia de San Bartolomé

Dedicada al patrón de la ciudad, esta iglesia de estilo barroco es uno de los monumentos más destacados de la ciudad.

Con una gran torre-campanario construida con enormes bloques de piedra labrada, esta edificación del siglo XVIII se construyó para sustituir a la anterior iglesia de la que a día de hoy no se tiene demasiada información.

El interior lo forma una sola nave de crucero con varias capillas comunicadas entre si que dan aspecto de naves laterales. Entre colección artística cuenta con varias piezas pertenecientes a la orfebrería morellana.

Ermita del Cristo del Mar

También conocida como Iglesia de San Pedro, se halla próxima al puerto, concretamente en el barrio marinero del Grao.

El templo guarda en su interior el Cristo del Mar, una talla a la que los habitantes de Benicarló siempre le han tenido un especial cariño y devoción gracias a la leyenda que cuenta su llegada en barca a la ciudad.

Gran parte de la decoración de la ermita está formada por piezas de mármol. Destacan en el ábside los frescos de Joan Massagué que representan la leyenda del cristo.

Poblados Ibéricos de Tossa y Puig de la Nao

A las afueras del término municipal, en lo alto de dos montañas se encuentran las ruinas de dos antiguos poblados ibéricos.

El de Puig de la Nao está situado al norte de la localidad a unos 110 metros de altura sobre el nivel del mar junto al cauce del Barranco de Aguaoliva que sirve de límite natural entre Benicarló y Vinarós. 

A otro lado, concretamente al oeste, en la montaña de Tossa se puede visitar otro poblado ibérico en cuyas ruinas se encontraron gran cantidad de piezas de cerámica ibérica pitadas propias de la época.

A sus pies fue descubierta también la necrópolis de Bovalar cuyas piezas de bronce son muy similares a las de Puig de la Nao.

Además de otros yacimientos, iglesias o casas de estilo modernista, Benicarló cuenta con unas estupendas playas dotadas de modernas instalaciones donde poder pasar agradables jornadas disfrutando del mar Mediterráneo.

Playa de la Caracola

Parte del encanto de esta playa reside en la poca masificación turística que tiene. Esta franja costera que une Benicarló con su vecina Peñíscola es perfecta para disfrutar del sol y los deportes náuticos.

Paya Mar Xica

Ubicada junto al Puerto Deportivo esta playa de guijarros completamente abierta al mar en verano suele llenarse de bares y chiringuitos que ofrecen la mejor cocina marinera de la zona.

Playa Morrongo

Aunque su tamaño es bastante reducido es la playa más famosa de Benicarló. Por su fácil acceso y fina arena es frecuentada sobre todo por familias con niños para pasar un fantástico día baños y juegos en el mar.

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