Como seguramente sabrás, llevar una alimentación saludable es uno de los puntos clave para fortalecer de manera natural las defensas y el sistema inmunitario.
Pero no sólo comer mucha fruta y verdura es suficiente para prevenir el desarrollo de algunas enfermedades o ayudar al cuerpo a recuperarse en caso de estar pasando alguna. Llevar un estilo de vida saludable en general, será lo que realmente te ayude a poner a punto tus defensas.
Toma nota de estas sencillas recomendaciones y ¡seguro que te sentirás al 100% de energía!
Duerme más de 7 horas
Mientras duermes, tu cuerpo aprovecha esas horas para llevar a cabo la recuperación y reparación de todas las funciones esenciales del organismo. Por eso, para que se pueda hacer de manera completa, es fundamental que las personas duerman entre 7 y 9 horas por la noche.
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¡Muévete!
Yoga, pilates, burpees, flexiones, pesas, estiramientos… el ejercicio también ayuda a que el cuerpo siga funcionando correctamente y estimula una mejor circulación sanguínea. Además reduce la inflamación y potencia las células que combaten las infecciones.
Como ventaja adicional hay que mencionar que cuando practicamos deporte liberamos endorfinas, las hormonas de la felicidad, unas sustancias que produce nuestro cerebro que hacen desaparecer cualquier malestar y reducen los síntomas de estrés.
Ahora, una advertencia… practica ejercicio con moderación. Una sobrecarga y exceso de deporte puede ser contraproducente y debilitar el sistema inmune.
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¡Hidrátate!
Es muy importante que bebas más de 2 litros de agua al día. El agua ayuda a eliminar toxinas del cuerpo, mantiene las mucosas húmedas y previene que los gérmenes de las gripes y los resfriados se adhieran a las paredes de la nariz y pulmones.
Incluye dentro de tus bebidas diarias zumos naturales e infusiones de todo tipo.
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Siempre limpio y aseado
Mantener una buena higiene personal es primordial para proteger nuestro sistema inmunológico.
En este aspecto es muy importante resaltar que nos debemos lavar las manos con bastante frecuencia, durante al menos 20 segundos, con agua tibia y jabón. Así al tocar cualquier cosa evitaremos la propagación de gérmenes por toda nuestra casa.
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Come alimentos frescos y mucha vitamina C
Es importantísimo llevar una alimentación basada en productos frescos, rica en vitamina C, Omega-3, betacarotenos y antioxidantes.
Alimentos como el kiwi, zanahoria, pimientos, pescado azul, frutos secos, arroz, avena, yogures, etc te ayudarán a reforzar tu sistema inmune y a subir tus niveles de glóbulos blancos.
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Elimina el estrés
Por último y no menos importante, los altos niveles de estrés pueden marcar una gran diferencia en tu sistema inmune, por eso es muy importante saber gestionarlo día a día especialmente cuando nos enfrentamos a situaciones inciertas que no están en nuestra mano.
Leer un buen libro, escuchar un poco de música, jugar con tu mascota o hacer pequeñas meditaciones, son algunas de las cosas que puedes poner en práctica para reducir tu estrés.
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